Las proteínas en la nutrición de nuestros hijos
Durante los primeros meses de vida de tu pequeño, el alimento ideal es la leche materna. Sí mami, hasta el momento ¡nada ha superado tu valiosa contribución en el desarrollo de tu pequeño! La leche materna cubre todas las necesidades nutricionales de tu bebé en este período.
Sin embargo, a partir de los seis meses de edad, los niños necesitan una fuente adicional de proteínas y otros nutrientes. La infancia es un período de vida crítico para establecer adecuados hábitos nutricionales y lograr un desarrollo sano. Recuerda que los niños no son adultos pequeños, su desarrollo tiene características especiales.
El crecimiento se lleva a cabo a una gran velocidad. Además, su metabolismo es muy acelerado en esta etapa. Es como si el cuerpo de tu pequeño fuera una computadora que le permite trabajar mucho más rápido y generar mucha más energía. Si te has preguntado qué es eso que hace que tu niño pueda estar activo durante casi todo el día, de un lado para otro, corriendo, saltando, etc., pues es porque su metabolismo acelerado le permite producir mucha más energía que un adulto.
Otras características especiales de tu pequeño son que su sistema inmunológico y coordinación neuromuscular se encuentran en proceso de maduración. Imagina que el cerebro es el capitán de un barco. Cuando recién conoce a su tripulación, que serían los músculos, puede que le cueste un poco dar órdenes y que ellos las cumplan, pero conforme pasa el tiempo la tripulación se vuelve fiel a su capitán y acata cada una de las órdenes de manera ordenada. Es así como tu pequeño pasa por todo un proceso de maduración de la coordinación neuromuscular, desde que su cerebro ordena a sus músculos coger la cuchara y llevársela a la boca - al inicio manchará todo con comida - hasta que por fin lo logra con mucha precisión.
Por ello, los requerimientos dietéticos son específicos para cada edad.
Las proteínas se encuentran dentro de los 3 principales macronutrientes, base para el crecimiento y desarrollo de órganos como el cerebro, corazón, pulmones, huesos, piel, etc. Es así que su déficit o exceso resultan perjudiciales para los niños. No solo importa la cantidad de proteínas que le das a tu niño, también es de suma importancia la calidad de las mismas. Las proteínas de calidad o alto valor biológico son aquellas que el cuerpo no produce y necesita adquirir sí o sí de los alimentos. Y que, además, son fáciles de digerir. Dentro de las proteínas de mayor calidad encontramos a las del huevo y la leche.
Entonces recuerda, la alimentación de los niños depende de su edad. Debe ser variada y aumentar de forma progresiva. Lo importante no es solo que tu hijo crezca en tamaño, hay que asegurarnos que su crecimiento sea integral y sus órganos también sigan ese ritmo. Por lo tanto, hay q brindar alimentos de calidad, con proteínas de alto valor biológico.
El cuerpo de tu pequeño es como un edificio, no solo nos importa la altura y el tiempo que toma la construcción, sino que tenga bases sólidas que le permitan soportar cualquier temblor y que por dentro la estructura sea ordenada.
¡Nutrición es desarrollo y desarrollo es vida sana!
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