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¡No voy a poder separarme de mi bebé!

Primera salida al cine en pareja desde el nacimiento y, por tanto, primera noche sin mi bebé, ahora en manos de la niñera. Estoy un poco angustiada...

4 minutos leer Mar. 10, 2016

Solo la idea de dejar a tu bebé unas cuantas horas te produce vértigo. No lo dudes ni por un momento, tanto para él como para ti, las separaciones son indispensables, ya que le ayudarán a construir su propia personalidad y a desarrollar confianza en sí mismo. Y a ti, te ayudarán a desligarte un poco de él. Es el precio que hay que pagar para tener una relación equilibrada. ¡Qué remedio!

La primera separación

Ha llegado el día D. Vas a pasar una agradable velada con tu pareja pero... dejarás a tu bebé con una niñera. ¿Empiezas a notar la angustia? Es normal, pero no dejes que tu bebé se dé cuenta.

Regalarle cien veces más mimos antes de la llegada de la niñera no servirá de nada, salvo para enviarle el mensaje de que va a pasar algo nuevo.

Cuando llegue la niñera, dedica un rato a presentarla al pequeño. Si puedes, intenta que la presentación sea unos días antes del día D y que los tres puedan pasar unas horas juntos. Antes de irte, dile adiós. ¡No te olvides de decirle que volverás pronto! ¿Y si, a pesar de esas precauciones, el bebé llora desconsoladamente? Ahí tendrás la mejor ocasión para ponerte a prueba, porque tienes que saber que nada más salir por la puerta, recuperará la sonrisa.

Para tener más tranquilidad, establece un sistema de comunicación con la niñera. Pídele que te envíe un mensaje de texto cuando el pequeño se duerma, llámala cuando vayan del cine al restaurante... Y no te olvides darle los datos de contacto de tus padres y del médico, por si acaso. Y para salir de casa todavía más tranquila, al darle consejos puedes echar mano también de el calendario del bebé, un recurso que te hará la vida más fácil.

La vuelta al trabajo: entre la culpabilidad y la satisfacción

Si ya resulta difícil separarte de tu retoño durante una noche, no puedes ni imaginarte cómo será la vuelta al trabajo... A partir de ese momento tendrás que dejar todos los días al pequeño en la guardería o con la niñera. Tendrás el corazón dividido: por un lado, estarán las ganas de recuperar la actividad fuera de casa y, por el otro, el sentimiento de culpabilidad por dejar a tu hijo con otra persona.

¿Y si pruebas a mirar el lado positivo? Tu pequeño descubrirá nuevas caras, hará amiguitos... Y tú recuperarás el placer de la vida social, con los cafés de media mañana y los almuerzos con compañeros de trabajo. ¡Una gran forma de despejar tu cabeza! ¡Y lo mejor de todo será cuando llegue la hora de reencontrarte con tu bebé!

¿Y si por la tarde te ignora o incluso te rechaza cuando vayas a recogerlo? Es normal. Hay que darle un poco de tiempo para que se separe de la persona que lo ha cuidado durante todo el día. Si se echa a llorar no es porque esté triste, sino porque tiene la necesidad de descargar todas las emociones de la jornada. Unos cuantos mimos entre los brazos de mamá harán desaparecer las lágrimas.

Trucos para que tu bebé se sienta mejor

Tanto en las separaciones como en los reencuentros, lo más importante es actuar con suavidad y dulzura. La comunicación es fundamental. Cada vez que te vayas, tranquilízalo: “Lo pasarás muy bien con la niñera, vas a jugar y a salir de paseo, yo regresaré por la tarde, ¿de acuerdo?” Y cuando retornes, igual: “Lo has pasado muy bien, ¿verdad? Mamá también, y estoy muy contenta de volverte a ver”.

También hay trucos para demostrarle a tu pequeño que, aunque no estés presente, no dejas de pensar en él. Su peluche, claro está, asume la función de objeto de transición. También puede funcionar darle un trozo de tela o un pañuelo perfumado. Así, si lo necesita, podrá tener cerca el olor de mamá.

Y recuerda que si vives esa situación con naturalidad, tu pequeño estará tranquilo y la vivirá como una situación normal.

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