¿Puedes detectar qué falta o qué sobra en las siguientes ocho imágenes? Desde porciones demasiado grandes y bebidas poco adecuadas hasta los grupos de alimentos que faltan y las opciones no saludables, hay algo que se puede mejorar en cada una de estas imágenes.
Error n.° 1 en las comidas: Ofrecer bebidas gaseosas a tu pequeño
Las bebidas azucaradas no deben formar parte de la dieta de un niño pequeño. Las calorías sin valor nutritivo de las bebidas azucaradas como las de tipo cola o la limonada no deben formar parte de la dieta saludable de tu pequeño. También son perjudiciales para los dientes que le están saliendo, ya que pueden contribuir a la caries dental. Ofrécele leche (leche materna, leche de crecimiento o leche de vaca) o agua con todas las comidas y snacks, y ten siempre un vaso de agua disponible para que vaya bebiendo durante el día.
Error n.° 2 en las comidas: Poner demasiada comida en el plato de tu pequeño
Una porción de pan para un niño de uno o dos años en una comida es aproximadamente media rebanada. Por supuesto, si tu pequeño te da señales de que está hambriento y quiere más, puedes ofrecerle otra media rebanada. Aunque no debes sobrecargar su plato con demasiadas cosas al principio.
Error n.° 3 en las comidas: No incluir verduras en el menú de tu pequeño
Tu pequeño debe comer algunas verduras con cada comida principal. Esta comida o cena solo incluye alimentos de dos de los principales grupos de alimentos: carne del grupo de las proteínas y arroz del grupo de los cereales/granos. Añade verduras a este plato y termina con una ración de fruta y algún lácteo, ¡y habrás logrado que los cinco grupos de alimentos estén presentes en una sola comida!
Error n.° 4 en las comidas: Pensar que tu hijo puede comer como un adulto
Las zanahorias y las uvas enteras comportan un riesgo de atragantamiento y deben servirse cortadas. Este snack o minicomida, es una opción saludable, pero las uvas enteras y la zanahoria comportan un riesgo de atragantamiento para los niños pequeños. Las uvas siempre deben cortarse por la mitad a lo largo, y la zanahoria suave y cocinada debe cortarse en trozos del tamaño de un bocado.
Error n.° 5 en las comidas: Ofrecerle raciones demasiado grandes
Una pechuga de pollo entera es demasiado para un niño pequeño Las raciones de los niños pequeños son mucho más pequeñas que las de los adultos, y una pechuga de pollo entera es demasiado para una sola comida. Alrededor de 30 g de carne o alternativas a la carne es una ración más realista para una comida principal. A modo de guía, un trozo de carne del tamaño de la palma de la mano pesa unos 90 g, así que un tercio de esa cantidad es lo que debes ofrecerle a tu peque para empezar. Si muestra señales de hambre, o pide más, entonces dale otra ración.
Error n.° 6 en las comidas: Empezar el día con azúcar
Los cereales para el desayuno con alto contenido de azúcar son una opción poco saludable para los niños pequeños. Tu pequeño no necesita azúcar en su dieta, así que ten cuidado con las comidas y bebidas con altos niveles de azúcar añadido. Revisa la etiqueta de los cereales para el desayuno antes de comprarlos. Evita los que tienen 6 g o más por cada 30 g de cereal seco. La avena o los cereales infantiles, que son integrales y sin azúcar añadido, son opciones más saludables.
Error n.° 7 en las comidas: No incluir proteínas en las comidas
Las pautas para niños pequeños sugieren incluir una ración de comida del grupo de las proteínas como parte de la comida y la cena. La carne es una opción, pero también otro tipo de alimento que contenga proteínas. Las vainitas cocidas son una buena fuente de proteínas de origen vegetal.
Error n.° 8 en las comidas: Elegir grasas "malas"
Los "nuggets" de pollo fritos y con mucha grasa y las papas fritas son opciones poco saludables. Los alimentos fritos con grasas trans o saturadas no son buenos para tu pequeño. También pueden contener sal, azúcar y otros saborizantes añadidos. Cocina tus propias papas y un poco de pollo sin grasa como una alternativa mucho más saludable y nutritiva. Tu pequeño puede comer vainitas, siempre y cuando las cortes en pequeños trozos del tamaño de un bocado.
¿Cómo es el plato de tu pequeño?
¿Reconoces alguno de estos ocho malos hábitos? Toma nota de estos sencillos cambios e intenta incluirlos en tu rutina diaria de comidas. La salud de tu pequeño te lo agradecerá cuando sea mayor.
¿Nunca has cometido ninguno de estos errores en las comidas? ¡Felicidades! Sigue así y no caigas en malos hábitos en el futuro.