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Los grandes progresos del bebé

¿Cuándo va a sonreír mi bebé? ¿Cuándo empezará a hablar y a caminar? ¿Qué alimentación es la más adecuada para su desarrollo? ¿Cuáles son las “primeras veces” importantes que no debemos perdernos?

3 minutos leer Feb. 3, 2016

Si pensabas que los bebés holgazanean durante meses, lee lo que viene a continuación. Cada mes (por no decir cada día) supone nuevas adquisiciones y progresos. Toda una fuente de orgullo para los padres, maravillados por las “in-cre-í-bles” capacidades de su chiquitín.

Pero también está la contraparte: ¡qué angustia cuando alguno de los principales progresos (hablar, andar, prescindir del pañal, comer solo, etc.) tarda en llegar en comparación con los hijos de los amigos!

Alexandre Prouteau, especialista francés en psicomotricidad, analiza los mecanismos de los diferentes progresos del pequeño.

¿A partir de qué edad un bebé reconoce los rostros?

La vista es el último sentido que se desarrolla. Con dos meses, el bebé solo puede distinguir la forma redonda de la cabeza y los ojos. Reacciona a estímulos determinados y reconoce solamente a su madre, pero por su olor y su voz. En esta etapa, el bebé vive varias “primeras veces” de forma casi simultánea: desarrolla la sonrisa social como una reacción a determinados estímulos, empieza a mover la cabeza de derecha a izquierda para observar el mundo que lo rodea y, a los tres meses, aprende a identificar los rostros de quienes le rodean.

¿Por qué los bebés aprietan todo lo que les pasa por las manos cuando tienen tres meses?

Al principio, por casualidad. El bebé aprieta un objeto sin querer y, entonces, descubre algo que revoluciona su mundo: sus manos llegan a su campo de visión y es posible cerrar los dedos sobre un objeto para cogerlo. ‎Por ello, es necesario estimular al bebé para que comprenda el extraordinario poder que posee.

¿Cuándo puede el bebé empezar a comer sólidos?

Entre los cuatro y los seis meses, la explosión de la motricidad bucal coincide con las primeras exploraciones alimenticias que van precedidas de la llegada de los primeros dientes: todo viene a pedir de boca.

¿Qué podemos hacer para ayudarle a desarrollarse y progresar?

No vale la pena intentar que salte etapas o estimular artificialmente su desarrollo. El aprendizaje se lleva a cabo a su propio ritmo. Para ayudarlo a progresar, se aconseja que, desde su nacimiento, se le cuente regularmente lo que está pasando en su vida y se le explique lo que le rodea, hablándole a unos treinta centímetros de su cara para que vea bien a sus padres.

Hacia los tres meses, necesita una hamaquita lo más sencilla posible, porque, si está demasiado cómodo, no sentirá la necesidad de mover los hombros. Le encantan los móviles para cuna y los sonajeros con agujeros para meter sus deditos. A partir de los cinco o seis meses, la manta de juegos es útil para que pueda realizar sus primeros desplazamientos.

¿El desarrollo psicomotor depende también de su alimentación?

El descubrimiento de la boca a los cinco meses (considerada un sexto sentido) le permitirá relacionar el conjunto de aprendizajes de los otros cinco sentidos. A partir de esa base de conocimientos, el niño continuará su desarrollo psicomotor y construirá su identidad. Por ello, es importante iniciar la diversificación alimentaria variando constantemente las texturas, los colores, las formas y los sabores.

Una alimentación sana y equilibrada también es esencial para la evolución de la movilidad, ya que el sobrepeso dificultará y limitará los movimientos y, por tanto, las adquisiciones básicas de su desarrollo motor.

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