Las personas que van a ser padres suelen preguntarse si, luego de la dulce espera, tendrán un niño o una niña. En esas circunstancias, hay parejas que optan por conocer el sexo del bebé antes de su nacimiento, mientras que otras se reservan la sorpresa para el día del parto. En todo caso, la elección dependerá de cada persona.
Lotería genética
El sexo de un bebé se define durante la fecundación. Para entender este proceso, es importante señalar que el óvulo fecundado posee un único cromosoma sexual de tipo X; mientras que el espermatozoide masculino puede aportar un cromosoma sexual de tipo X o Y. Esto significa lo siguiente: si la pareja de cromosomas es XX, será una niña, y si la combinación es XY, será un niño. En consecuencia, el espermatozoide del padre es el que determina el sexo del bebé.
¿Saber o no saber?
Generalmente, en la segunda ecografía el médico consultará a los padres si desean conocer (o no) el sexo de su bebé. Por lo tanto, antes de tomar una decisión, lo importante es que la pareja reflexione bien su respuesta; pues, de ser afirmativa, tendrá consecuencias prácticas en temas como la elección del nombre, el decorado de la habitación o la ropa que se comprará.
Por otro lado, conocer el sexo del bebé puede ayudar a que las parejas perciban con mayor certeza y concreción el proceso del embarazo. Y, en el caso de que existan otros niños en casa, se les podrá preparar mejor frente a la llegada del nuevo miembro de la familia. Finalmente, no debemos olvidar que el ecografista podría equivocarse; sin embargo, no es algo que ocurra con frecuencia.
6-12 meses